La importancia de una coma

Un blog freak, salvaje y sentimental

25.7.06

¿Puede parecerse la vida a un musical?

No sé por qué hay gente que todavía se sorprende del auge de los musicales. Ni de que estos se alejen de los cánones clásicos (Cabaret, Chicago, Víctor o Victoria) para contar historias contemporáneas con ritmos más acordes con el público que llena los teatros. Además, el dinero sigue siendo un poderoso caballero y sí a la gente le ofreces lo que demanda (o bien le haces desear lo que ofreces que viene a ser el objetivo primordial de la publicidad) pues qué mejor que poner un precio medio de 60 euritos por entrada para poder ver el espectáculo que harás que estés en la onda.
[Pero no es de esto de lo que quiero hablar así que olvidémonos de la retórica del marketing]

Si me preguntaran si me gustan los musicales lo más probable es que me encogiera de hombros. Pero si me parase a pensarlo con más calma no tardaría en llegar a la conclusión de que sí. La música es una parte intrínseca de mi vida. No me gusta, no, la siento. Las películas que más grabadas se me quedan suelen ser aquellas que han sabido conjugar acertadamente imágenes y música creando un todo indisoluble. Y la música que escucho sin cansarme es la que consigue emocionarme, adoptarla como banda sonora particular de mi particular existencia.
[¿Quién no ha salido a la calle con su walkman o mp3 y no se ha sentido como si estuviera en medio de una película?]

Desde que comenzó la fiebre por los musicales pocos han sido los que me han llamado la atención. A los dos que he asistido (Cabaret y Hoy no me puedo levantar) fui un poco a remolque, alentada por la pasión de otros y porque, en el fondo, me apunto a un bombardeo. Y de ambos he salido extasiada, vibrando y recreando en mi cabeza cada imagen vivida, cada nota escuchada, cada sentimiento recreado durante la función.
[Como una niña descubriendo el mundo por primera vez. Esa a la que en la vida diaria procuro no hacer mucho caso.]

Reconozco que la trama en la mayoría de obras suele ser simple y lineal, que apela a sentimientos básicos y lugares quizá demasiado comunes, que no suelen ahondar profundamente en los personajes que le dan vida y voz a la historia. Aunque tal vez es ahí donde radique su éxito, en la facilidad para que casi cualquier persona pueda encontrar algo con lo que sentirse identificado.
[Y es que, ¿quién no ha sentido alguna vez amor, dolor, indignación, alegría,…?]

El cine también ha vivido su propio auge musical. Y la película que marcó el punto álgido es una de mis favoritas, Moulin Rouge. De nuevo nos encontramos con una estructura clásica (amor trágico e imposible, lucha del bien contra el mal encarnada en los protagonistas y triste final con un poso de esperanza que hace renacer de sus cenizas al héroe y aprender de lo sucedido) pero fue su ejecución lo que convirtió a la película en algo original no sólo en lo visual (su estética de video-clip y su montaje a menudo sincopado) sino, sobre todo, en lo musical, revisitando un puñado de canciones reconocibles por todos los tímpanos porque las hemos escuchado tantas veces que ya forman parte de nuestra vida.
[Y de nuevo la identificación, la similitud con lo que todos hemos sentido alguna vez]

Hay un musical de esos míticos de Broadway que siempre me llamó la atención. Hace un par de años se estrenó en España sin pena ni gloria y por un tiempo tan
limitado que ni siquiera pude plantearme ir a verlo. Se trata de
Rent. Hace poco me enteré de que se había hecho una versión cinematográfica y, verbigracia de la mulita y sus fuentes, la estuve viendo el otro día.

[Como alguien de la SGAE entre en mi casa tardará segundos en ponerme las esposas y llevarme al calabozo.]

Los ingredientes principales de Rent son los mismos grandes temas de siempre: vida, muerte, amor y amistad. En cambio los elementos que introduce le añaden un toque de novedad (y casi de trasgresión pero lo edulcorado de todo musical hace que no resulte tan ostentoso). En Rent hay heterosexuales, gays y lesbianas, seropositivos y enfermos de sida, jóvenes artistas bohemios y problemas para pagar el alquiler.
[Y Nacho Cano debería admitir lo mucho que le debe a esta historia, ¡ejem!]

Cómo no he visto la puesta en escena original opté por dejarme llevar por la música y la historia, pasando por alto cosas que en una película tradicional (esto es, una en la que los personajes no se pongan a cantar con la misma facilidad con la que se rascan la nariz) criticaría a la mínima de cambio. Desde la primera canción, esa que deberíais estar escuchando en el reproductor de esta página, supe que, cuando menos, me iba a emocionar.
[Y me emocioné. Y solté alguna lagrimita. Pero es que una es de llanto fácil.]


Disfruté como una enana durante las dos horas y cuarto que duró la película pese a ser consciente de que un visionado más crítico no le daría mucho más de un aprobado justito. Pero durante esas dos horas y pico sentí el amor, la amistad, la esperanza que persiste aún en los momentos más duros, esos sentimientos que tod@s esperamos albergar en algún momento. Sentimientos que han henchido mi corazón en muchas ocasiones. Porque, aunque a veces cueste, sé que hay veces en las que deberíamos vivir nuestra vida como si fuera un musical y dejarnos llevar por las emociones, ser nosotr@s mism@s y apurar cada minuto al máximo sin importarnos que después pueda doler. Porque sólo así sentiremos que estamos viviendo y que no lo hacemos en vano.
[Not day but today.]



Seasons of love

Five Hundred Twenty-Five Thousand
Six Hundred Minutes

Five Hundred Twenty-Five Thousand
Moments so Dear
Five Hundred Twenty-Five Thousand

Six Hundred Minutes
How Do You Measure - Measure A Year?
In Daylights - In Sunsets
In Midnights - In Cups Of Coffee
In Inches - In Miles
In Laughter - In Strife

In - Five Hundred Twenty-Five Thousand
Six Hundred Minutes
How Do You Measure
A Year In The Life

How About Love?
How About Love?
How About Love?
Measure In Love

Seasons Of Love
Seasons Of Love

Five Hundred Twenty-Five Thousand
Six Hundred Minutes
Five Hundred Twenty-Five Thousand
Journeys To Plan

Five Hundred Twenty-Five Thousand
Six Hundred Minutes
How Do You Measure The Life
Of A Woman Or A Man?

In Truths That She Learned
Or In Times That He Cried
In Bridges He Burned
Or The Way That She Died

It's Time Now - To Sing Out
Tho' The Story Never Ends
Let's Celebrate
Remember A Year In The Life Of Friends

Remember The Love
Remember The Love
Remember The Love
Measure In Love

Measure, Measure Your Life In Love

Seasons Of Love...
Seasons Of Love


7 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

Me pongo de pié y te aplaudo, se me ha encojido hasta el ultimo musculo leyendote. Tienes absolutamente toda la razon, que sepas, que mientras leia, tenia la cancion, mas de un compañero, se me queda mirando... y me dicen...que musical es? Y uno de ellos que cree conocerlos todos...(la verdad es que si, los conece casi todos)tampoco sabia cual era.
Sobre el precio, te puedo asegurar que esta bien pagado, un musical, y de las caracteristicas que se estan montando en los ultimos años, lleva mucho, muchooooo trabajo detras. Pero funcionan, por ejemplo ahora, Cabaret empieza la gira por España en Agosto despues de haber estado unos 2 años en el Nuevo Alcala no?

martes, julio 25, 2006 7:10:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Me quito el sombrero.
También me ha gustado el artículo.
Estaba por preguntar de qué era la canción...pero sí ya lo he leído todo todo...
Salut!

martes, julio 25, 2006 10:10:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

De acuerdo también, Moulin Rouge es para mí una de las grandes, especialemente el tango de Roxanne, es mi número favorito.

Y en directo, después de ver Chicago casi no me levanto de la butaca, me hubiera quedado allí funciones y funciones seguidas...

besos

miércoles, julio 26, 2006 1:11:00 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

gracias por este post. Nada más llegar al curro me han cabreado hasta límites insospechados, me he puesto a echar un vistazo a los blogs y, a costa de la canción, se me han ido relajando los músculos.

Emule, a trabajar, esta noche busco Rent.

miércoles, julio 26, 2006 9:25:00 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

ya sabes q a mi me molan los musicales, muchísimo.....

lo q me gustaría es q en españa comenzara a haber más de producción propia, no solo copias de los de broadway o del west end londinense...

en españa los ha habido, pero han pasado un poco sin pena ni gloria.

kss

miércoles, julio 26, 2006 9:59:00 a. m.  
Blogger La Gosa Roja dijo...

A mi tambien me encantan los musicales que he visto, exceptuando engendros como victor y victoria con la tia bajita esta cuyo nombre no logro recordar ahora.

miércoles, julio 26, 2006 12:23:00 p. m.  
Blogger LinceMiope dijo...

Me la pido...
Aunque mi vida es más una película que un musical (algunas cosas que me pasan no se podrían representar en un escenario y los paisajes menos). Una comedia dramática diría yo;)
Por cierto, pensaba que la primera en usar el formato video-clip fue ROMEO+JULIET. Creo que soy la única en el mundo mundial a la que decepcionó Moulin Rouge:(

Un besazo de casi agosto!

viernes, julio 28, 2006 9:56:00 p. m.  

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