La importancia de una coma

Un blog freak, salvaje y sentimental

12.9.07

Sentidos y Sensibilidad

Esta mañana iba yo tranquilamente de camino al trabajo escuchando la canción que suena en este momento, la que he puesto en el playlist. He de reconocer que estaba especialmente sensitivo. Tengo una de esas semanas en las que a pesar de ser hombre parece que tengo la regla todo el tiempo. La hipersensibilidad desarrollada, como si fuera un superhéroe portador de una extraña mutación genética. Así que le he dado rienda suelta a mis sensaciones, esos dominios siempre enclaustrados en la oscuridad de detrás de nuestras pupilas con el único fin de que nuestro yo más intrínseco pase desapercibido.

De manera que al darme rienda suelta, la música y mis sentidos han hecho su trabajo y se han armonizado perfectamente en un conjunto que bien podría haber sido el principio de una novela: palabras de gran sentido que acudían atropelladas a mi mente al tiempo que mis ojos se humedecían y yo trataba de recordarle a mi cuerpo que estaba en medio de la calle, que no me podía poner a llorar tal y como verdaderamente me apetecía.

El concepto que tal vez ha hecho que mis sentimientos se disparen es el de nadie. Me explico: el concepto de soledad entendida como que nadie verdaderamente presta atención a lo que pasa alrededor, a lo que el resto de las personas sienten. En el tren me ha dado por pensar que todos y cada uno de los que ocupaban un asiento en una silenciosa mañana tenían millones de pensamientos entrecruzados. Me he fijado en los gestos, en la postura de las manos, en la forma de cerrar los ojos para sentir o evadirse, según cada uno. El vagón estaba lleno de sensaciones entremezcladas que se empeñaban en colarse por los poros de mi piel, mientras yo, allí en medio, jugaba a inventarme las vidas de todos, sus ansias y aspiraciones, como el narrador omnisciente de esa novela que se estaba escribiendo en mi cabeza.

Sí, soy un idiota. Es la pura verdad. Tal vez mi problema fundamental reside en el hecho de que soy demasiado sensible. Me debato entre la bendición que ello supone a veces para saber ver lo que nadie sabe ni quiere entender y la maldición que arrastra el hecho de que lo quieras o no siempre vas a terminar sintiendo ese algo que para los demás pasa desapercibido (o al menos lo parece) pero que a ti te afecta.

Envuelto en las notas de la canción, me di cuenta de que no importaba cuánto gritara con mis gestos y mis palabras de aparente normalidad. Los gritos sordos que emito se quedan en la nada, atracan en una dimensión paralela inalcanzable. Nadie puede escucharlos porque nadie presta atención al amargo silencio del que se recubren las vacuas palabras de la cotidianeidad. Un grito ahogado que sale, tal vez no de mi boca pero sí de mis ojos tan expresivos y de mirada triste, se da una vuelta y ante la indiferencia vuelve a apostarse dentro de mí. ¿A dónde va lo que uno da pero nadie recoge? Cuántas veces habré escuchado esa pregunta. Vuelve a la persona que lo da, pero adquiriendo forma de espina.

Caminando por la calle, escuchando la canción, me hice consciente de la verdadera soledad en la que estamos sumidos todos, queramos aceptarlo o no.


Cuánto me gustaría ser más superficial… mis mañanas, mis días y, en general, mi vida tendrían decididamente otro sabor.

5 Comments:

Anonymous Anónimo dijo...

pues yo soy como soy, quien me quiera así bien y, sino, adios...

besazos neng

viernes, septiembre 14, 2007 1:31:00 a. m.  
Blogger Sísifo de Éfira dijo...

Ves las cosas como a través de un cristal esmerilado, y se te difuminan sus siluetas y te es difícil identificarlas de forma certera.La melancolía no es buena amiga, más bien es un parásito que nos absorbe la linfa y la sangre y se agazapa en nuestra médula. De dónde nació esa melancolía es un misterio resoluble. Yo te animo a que traduzcas tus jeroglíficos. si puedes hacerlo solo, mejor, si te hace falta ayuda acude a quien te sirva.

viernes, septiembre 14, 2007 4:22:00 p. m.  
Blogger Arrierita dijo...

Yo también quiero ser superficial. Y frívola. E ignorar muchas cosas. Y ser más insensible. Y egoísta. Y caprichosa. Y dejarme llevar únicamente por mis deseos. Y mirarme el ombligo continuamente. Y pisar fuerte sin importarme quién esté debajo de mis pies...

Seguro que así sería más feliz. Estoy convencida de ello...

sábado, septiembre 15, 2007 2:25:00 a. m.  
Blogger LinceMiope dijo...

A mí me gustas tal como eres, polinen;)
Entiendo lo chungo que resulta para ti, pero es una bendición para los que te rodean.
Y recuerda que ser más fuerte no significa ser menos sensible!
Un besazo!

sábado, septiembre 22, 2007 7:56:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

''Me he fijado en los gestos, en la postura de las manos, en la forma de cerrar los ojos para sentir o evadirse, según cada uno.''
Sí, así como tú te das cuenta de ese lenguaje corporal que significa más de lo que aparenta, una que otra persona también lo hace y hasta puede resultar de manera inconsciente. Yo lo hago, y me frustro, me estreso, me cuestiono toda la vida, el ser, el querer y amar, la existencia, TODO. No hay nada que no me intrigue si me pongo sentimental. Aunque aveces, lo que quiero es ser mas sensible y dejar atrás esa barrera-psique que he creado para con los demás tratando de hacerme a mi misma indolente. Pero eso no es posible, no para los humanos. Parecerá que me estoy ahogando en un vaso de agua pero no es así. No hace falta tener verdaderos problemas para tenerlos -es algo incomprensible-. Creo que sólo los demás pueden definirte a ti mismo o es a la conclusión que he llegado despues de tanto interrogar -a mí misma-. Sólo ellos pueden determinar tu manera de pensar haciendo una comparación con más o menos lo que piensan que sería su forma de pensar.

Aveces sentirte solo es inevitable. Tu personalidad no te deja ser superficial y resulta ''inevitable'' no sentir escalofríos o esas corrientes eléctricas...(CHAKRA, MANTRA, KARMA) XD por decirlo así :P

La verdad es que este post me gustó mucho por lo tanto que me identifiqué, y no es que lo creo, lo hice. Porque también creo que no estoy bien, que yo no era así, que no estoy definida y no puede haber alguien como yo teniendo mis mismos tipos de pensamientos tan alejados de los parámetros estadísticos de la sociedad. Lo creo porque un ser indolente no tiene salud mental. No es que sea indolente pero me la inducí técnicamente.

Sí, somos unos idiotas. Saludos.

sábado, marzo 21, 2009 9:13:00 p. m.  

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