La importancia de una coma

Un blog freak, salvaje y sentimental

21.9.07

agradezco su voluntad

los artistas callejeros siempre tienen una moneda de mi bolsillo para su plato.

cuando veo a un tio tocando la gaita en callao le veo currando, currándoselo como cualquier oficinista pero con la diferencia de q su lugar de trabajo es la puta calle (desgraciadamente) y no un habitáculo de cuatro paredes y ordenador con pantalla tft (lo cual podría ser, bien mirado, menos gratificante q respirar aire puro y ver a la gente pasar mientras se quedan atónitos con lo q escuchan...quien sabe).

el otro día iba en el metro y un señor mayor pasaba con unos papeles en la mano, yo pensaba q iba a darnos mecheros o alguna otra historia...encima de mi libro, en vez de eso, me colocó una cuartilla diminuta con un poema, lo leí, miré al resto de la gente y su reacción (si se llevaban la mano al bolsillo o no). solo lo hizo un chico q estaba enfrente de mi con un tocho de libro, de esos de pasta dura y picos en las puntas capaces de hacerte heridas...

seguramente al señor le hubiese gustado q todo el mundo la leyera, así q aquí escribo sus letras para q queden en el limbo de la posteridad...

"a ti mujer joven y bella
al dulzor de tu boca grana,
frescor de fresas
y savia amarga.

a tu cuerpo,
a tu enardecido beso;
a tu mirada, foco de grandeza
que alumbra el arco iris,
en horizonte de poetas.

a tu suspiro,
a tu sonrisa.

a la flor de tu espíritu,
a la luna que vela tu sueño,
y contagia a tu tez el encanto
de la noche con manto abrileño,
cuando las aves callan su canto
y el rumor del río, rompe el silencio"

autor: león rafael (la primera palabra no se entiende bien)

agradezco su voluntad...

12.9.07

Sentidos y Sensibilidad

Esta mañana iba yo tranquilamente de camino al trabajo escuchando la canción que suena en este momento, la que he puesto en el playlist. He de reconocer que estaba especialmente sensitivo. Tengo una de esas semanas en las que a pesar de ser hombre parece que tengo la regla todo el tiempo. La hipersensibilidad desarrollada, como si fuera un superhéroe portador de una extraña mutación genética. Así que le he dado rienda suelta a mis sensaciones, esos dominios siempre enclaustrados en la oscuridad de detrás de nuestras pupilas con el único fin de que nuestro yo más intrínseco pase desapercibido.

De manera que al darme rienda suelta, la música y mis sentidos han hecho su trabajo y se han armonizado perfectamente en un conjunto que bien podría haber sido el principio de una novela: palabras de gran sentido que acudían atropelladas a mi mente al tiempo que mis ojos se humedecían y yo trataba de recordarle a mi cuerpo que estaba en medio de la calle, que no me podía poner a llorar tal y como verdaderamente me apetecía.

El concepto que tal vez ha hecho que mis sentimientos se disparen es el de nadie. Me explico: el concepto de soledad entendida como que nadie verdaderamente presta atención a lo que pasa alrededor, a lo que el resto de las personas sienten. En el tren me ha dado por pensar que todos y cada uno de los que ocupaban un asiento en una silenciosa mañana tenían millones de pensamientos entrecruzados. Me he fijado en los gestos, en la postura de las manos, en la forma de cerrar los ojos para sentir o evadirse, según cada uno. El vagón estaba lleno de sensaciones entremezcladas que se empeñaban en colarse por los poros de mi piel, mientras yo, allí en medio, jugaba a inventarme las vidas de todos, sus ansias y aspiraciones, como el narrador omnisciente de esa novela que se estaba escribiendo en mi cabeza.

Sí, soy un idiota. Es la pura verdad. Tal vez mi problema fundamental reside en el hecho de que soy demasiado sensible. Me debato entre la bendición que ello supone a veces para saber ver lo que nadie sabe ni quiere entender y la maldición que arrastra el hecho de que lo quieras o no siempre vas a terminar sintiendo ese algo que para los demás pasa desapercibido (o al menos lo parece) pero que a ti te afecta.

Envuelto en las notas de la canción, me di cuenta de que no importaba cuánto gritara con mis gestos y mis palabras de aparente normalidad. Los gritos sordos que emito se quedan en la nada, atracan en una dimensión paralela inalcanzable. Nadie puede escucharlos porque nadie presta atención al amargo silencio del que se recubren las vacuas palabras de la cotidianeidad. Un grito ahogado que sale, tal vez no de mi boca pero sí de mis ojos tan expresivos y de mirada triste, se da una vuelta y ante la indiferencia vuelve a apostarse dentro de mí. ¿A dónde va lo que uno da pero nadie recoge? Cuántas veces habré escuchado esa pregunta. Vuelve a la persona que lo da, pero adquiriendo forma de espina.

Caminando por la calle, escuchando la canción, me hice consciente de la verdadera soledad en la que estamos sumidos todos, queramos aceptarlo o no.


Cuánto me gustaría ser más superficial… mis mañanas, mis días y, en general, mi vida tendrían decididamente otro sabor.

9.9.07

tintín

estamos en un tiempo en el que el éxito y el liderazgo empresarial se basan en las referencias más marcianas.

a veces tu lees artículos y dices, vale, de acuerdo, es así, pero solo si lo desglosas con una lupa de cuatro aumentos. otras veces lees cosas q no te caben en la cabeza y q, concluyes, son un invento de los redactores de las páginas naranjas de los periódicos para diversificar un poco tanto tantos por ciento, tantas razones a pq la bolsa sube o baja o tantas otras circunstancias más.

leyendo esta prensa, la naranja, me encuentro un artículo con un dibujo de tintín y milú (q, en realidad, se llama snowy pero aquí, al igual q por ejemplo la película "working girl" se llamó "armas de mujer", al perrito se le cambió el nombre...sería cosa de los censores :).

inmediatamente mi cabeza tomó el modo retroactividad y se trasladó a la infancia y adolescencia. aquella en la q leía al capitán trueno, jabato, roberto alcázar y pedrín, zipi y zape, mortadelo y filemón (en general todos los de la factoría ibáñez) y q sacaba de la biblioteca.

aun puedo recordar el tacto usado de los cómics, su olor, la numeración en el lomo de cada uno de ellos, el silencio de la biblioteca y yo, como siempre, pensando en las musarañas q son mi mundo paralelo.

un periodo q me trae sabores a corcheas, teclas blancas y negras (y broncas por no haber practicado...ejem), cuerdas, hombros algo contracturados, sábados de madrugar cuando otros de mi edad dormían hasta la mediodía, el olor de la calefacción de un coche, muchos niñ@s más conmigo repasando las lecciones q nos tocaban, el coraje q me daba perderme "la bola de cristal" pq ese día era el día de hacer esas cosas q, por otra parte, me encantaban y tienen buena culpa de mi formación última como persona...en fin...

el caso es q, en el artículo naranja, tintín aparecía como el directivo ideal (independientemente de la leyenda negra sobre su supuesto pasado como espía y esas cosas q la gente enrevesada quiere querer ver en lo q solo es un cómic). se decía q tintín tenía las virtudes más solicitadas por las empresas de hoy en día:

1. honradez y ética: pues eso
2. ingeligencia emocional: por lo visto, soporta todas las barbaridades q ve a su alrededor.
3. movilidad y multiculturalidad: tintín viaja mucho (quien le financiaría? :-)
4. trabajo en equipo: pues eso (parte 2ª)
5. imaginación y creatividad: según el artículo, "¿como hubiera descubierto q la urraca era la ladrona de las joyas de la castafiore?" (momento investigación documental)
6. serenidad y confianza: el chico no pierde la calma en nigún momento..
7. orientación al logro: persistencia hasta q consigue el éxito.

no visualizo a tintín hecho carne ni a milú ladrando al natural...a spielberg parece q se le ha metido entre lente y lente de sus gafas el hacerlo. veremos si el héroe de papel tiene una réplica decente en forma humana...aunque para mi siempre será ese tupé pegado a un aparente niño-adolescente-adulto q encontré en la biblioteca q y luego pasó a formar parte del imaginario primero y fundamental de mi vida.

besos y abrazos