lugares comunes

opino q ir a comer al mismo sitio tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

de entre las primeras se encuentra el q los camareros ya saben tus gustos y te sonríen como si fueran primos lejanos o te indican un taburete para q no comas de pie en la barra, en fin esas cosas q hacen q pienses q a la raza humana aun le queda algún gen q no sea recesivo.

los inconvenientes son los lugares comunes, las miradas comunes, el observarte a diario (es como una oficina, pero en plan gastronómico), escudriñar como hablas ("oye, ¿tu de donde eres?"...."extremeña"....."lo sabía, yo tb lo soy. pues en tu pueblo (pq ya te ha preguntado de donde eres y te ha dicho él de donde es) descargaban unos camiones de no se que...." y tu sigues comiendo tu sandwich vegetal sin mirarle demasiado pq otros días ya has observado q el amago de plasta del rincón te mira mucho y tu, pues, evidentemente pasas), regodearse en el tipo de comida q comes ("¿quieres q te ponga algo más .... mayonesa? .... "no, q voy a engordar"....."pero si tu estás esquelética, fíjate, el otro día lo comentaba con un amigo. te veíamos comer y yo le decía q no podía entender como estabas tan delgada comiendo tanto", flipante, admirable, increíble, sorprendente....GH Restaurante existe).

así q ahora estoy pensando en la opción de comprarme un biombo para poner delante del pesao este q me pasa el scanner a diario, él es un poco plasta y yo soy tan directa q algún día le voy a soltar algo retóricamente sarcástico y va a cambiar de sitio a mediodía de la verguenza q le va a dar....

para colmo, salgo de trabajar y me le encuentro saliendo de su oficina....no se, quizás sea el destino q nos quiere ver juntos. tantas coincidencias no son normales....comemos en el mismo sitio, trabajamos en el mismo barrio, somos los dos de la misma tierra ("oye, ¡menudo acento tienes!, te vas cuatro días a tu pueblo y vienes asilvestrada"......."para nada, yo hablo así y así me quedaré pq este es mi acento y no lo voy a cambiar por vivir en madrid, faltaría.....").

creo q si, se está ganando el biombo a pulso y puede q alguna otra cosa más.....

besos

Miedo

Hace no mucho tiempo (unos meses quizá, antes de navidad) alguien me dijo que qué pasaba conmigo, que yo escuchaba mucho pero que no soltaba prenda sobre mí. Me sorprendió ese comentario puesto que siempre me he considerado una persona con una total falta de pudor para hablar incluso de las partes más oscuras de mi pasado. Y lo hago como quien comenta la jugada de Beckham en un partido. Con toda naturalidad, sin aspavientos y sin tonos confesionales.
[No puedo evitarlo, el tono confesional nunca me ha gustado. En el fondo cuando lo adoptas es como si te confirieras de un halo que te hiciera especial y yo no lo soy porque me haya pasado esto o aquello.]

Sin embargo luego lo pensé mejor y me di cuenta de que, en cierto modo, era cierto. Ya no hablo tanto de mi pasado o de mis emociones como solía hacer (y de esto JM sabe mucho, no en vano ha sido el paciente espectador de muchas de mis explosiones emocionales). De mi pasado porque, quizá, ya lo tengo bien asimiladito y no me apetece remover una mierda que ya esta fría. De mis emociones porque, supongo, llevo tanto tiempo sin albergarlas que no tendría mucho que decir.
[Es lo que tiene llevar años viviendo sólo conmigo misma. Una se acostumbra a no sentir y a no desear volver a hacerlo.]

Todo el tiempo que he pasado sola lo he empleado en conocerme, en analizarme y analizar, en reflexionar y replantearme todo. Quizá sea por eso por lo que no se me da mal del todo eso de escuchar. Pero también porque he podido tomar distancia de los problemas que antes me afectaban a mí y que ahora les afectan a los demás. La distancia da perspectiva, te hace recordarte a ti misma cuando estabas en ese lugar y lo ves todo con los ojos de un extraño. Tiempo atrás estuviste a ese lado de la línea y ese mismo tiempo te ha colocado en el lado contrario. Y te sorprende darte cuenta de lo mucho que empatizas con las otras personas, de lo bien que sabes por lo que están pasando y te acuerdas de aquellas otras personas que estuvieron en ese lugar, ahora nuevo para ti, escuchándote. Y piensas en lo difícil que a menudo se lo ponías. Es entonces cuando te preguntas qué ocurrirá cuando cruces de nuevo esa línea y abandones la cómoda postura de mera espectadora.
[Un escalofrío recorre la espalda. Se erizan los pelos de la nuca. Las pupilas se dilatan. Un sudor frío comienza a manar por los poros.]

Ahora estoy con un pie a un lado de la línea y el otro en el contrario. Y no sé a dónde tirar. Estoy desconcertada, presa del estupor y la incertidumbre. Recelo y cautela se quedan cortos para definir mi actitud. ¿Y si no pasa nada? ¿Y si me he asustado por nada? O bien, ¿y si me dejo llevar y vuelvo a caer? ¿Y si todo sale mal de nuevo? ¿Y si esta vez no consigo levantarme?
[¿De verdad merece la pena todo este esfuerzo?]

Y lo más curioso de todo es que en todo este juego de preguntas sólo tiene cabida una persona que no es otra que yo misma. Los demás son solo detonantes. La verdadera batalla se libra en el interior y es contra nosotros mismos.
[Y yo tengo tantas corazas que apenas puedo moverme.]

suerte

hay días q son más felices q otros y ayer fue un día increíblemente feliz. la posibilidad de subirse a unas tablas de ficción en las q puedes mentir lo q en la vida real tu conciencia y tu manera de ser no te deja es genial, el sentirte parte de gente q te abraza, te quiere, te pregunta, te responde, te echa cables....es genial todo de lo q me rodeo y tb es genial de toda la morralla de la q me he desprendido, así de repente y casi sin previo aviso, gentes disfrazadas de corderos y q luego son buitres :) aunque no soy católica, se q dios (y mi abuela) están conmigo y me apartan de lo q no me conviene (una cosa es q me caiga bien jesucristo y otra q me vaya a meter a monja, si entro en un convento saldrían todas por patas y, además, convertidas en lesbianas....las q no lo fuesen ya, claro).

he de decir q en mi vida real no miento, es más, soy demasiado clara (siempre con educación, como siempre digo), incluso con quienes no quieren oir las palabras adecuadas o q se merecen. soy tan educada q parece q, en vez de ir a un colegio de monjas, estudié en eton.

después de las tablas y de reirnos hasta el infinito tomando cocacolas, y como era la noche de los museos en madrid, me piré al thyssen. pensaba q no podría entrar pq en este puto madrid las colas nos invaden, pero en 15 m ya estaba dentro admirando todo lo q me gusta y lo q me hace feliz.

opino q hay alguien por ahí q hace q tu vida vaya por la senda q le corresponde y no por la q, casualmente, empezó algún día equivocado. espero q esto q me pase a mi, le ocurra a todo el mundo sin excepción....creo q tengo mucha suerte.

besos

Comas periféricas

Hoy siento que es un asco vivir en un pueblo, al menos en un pueblo supuestamente modernizado como el mío, donde se han perdido todas las ventajas y sólo se han ganado inconvenientes (para qué hablar del tráfico, del aire, de la vivienda...).
Ahora vamos todos como borregos a los centros comerciales y consumimos en masa lo que nos dicen que consumamos. De todo este paquete prefabricado, lo que peor llevo son los cines enlatados. Ya no se puede ir al cine como antes. Ahora tienes que acabar en las multisalas, que tanta variedad prometen, pero que no cumplen a la hora de la verdad. Ni una peli en versión original subtitulada, oiga. Mi enfado viene porque llevo desde abril esperando Pudor (de los hermanos Ulloa, en español, no le hacen falta subtítulos, sería fácil programarla, no?). Pues ni rastro. A mí la SGAE! Que les voy a explicar el porqué de la piratería!
Si Pudor no ha llegado a mis multicines, ya ni se me ocurre esperar la proyección de "Gritos En El Pasillo", la primera película cuyos actores son cacahuetes. El colmo del frikismo, lo sé, pero me encantaría verla. Además su estreno mundial no podía ser otro día que el 25 de mayo, día del orgullo friki.

Casi todo lo interesante se cuece en las capitales, por eso para un freaky genuíno resulta una faena ser periférico. Cualquier día de estos me rasco y me encuentro un USB.

Os dejo con un corto que tampoco podré ver nunca en los cines de mi pueblo. No viene a cuento, pero me ha hecho gracia.
Los 150 metros de Callao


Nos vemos en las comas
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Piscinas

Ahora que el calor se adueña de los días es el momento en que muchos empiezan a pensar en pasar su tiempo libre en las piscinas en cuanto las abran, claro. O, en su defecto, los que viven cerca del mar comienzan a escaparse a las playas.
[A mí me gusta el mar pero no la playa, así que para nadar, que es lo que me gusta a mí, siempre pienso en una buena piscina. De esas olímpicas para hacerme unos largos.]

La verdad es que llevo mucho tiempo sin pisar una piscina. Y eso que siempre me ha gustado el agua -¿quizá porque soy Acuario?-. Me gusta nadar y bucear. Me gusta jugar con alguien a hacernos ahogadillas.
[Soy buena nadadora pero me temo que ando algo oxidada.]

Por lo general soy de las que para meterme en la piscina lo hago de cabeza y sin pensármelo. O, incluso, haciendo la bomba, para que todo el mundo se entere que ya estoy dentro. Me tiro y, a partir de ahí, me dedico a disfrutar del agua y los juegos, de los largos y los anchos, de todo lo que se me ocurra hacer dentro.
[Recuerdo que de pequeña me tenían que sacar a rastras del agua y salía con los deditos de manos y pies arrugaditos como pasas pero feliz.]

Pero pasa el tiempo y cuando una ya es mayor no se tira de cabeza a la piscina inmediatamente. Metes un pie y piensas que está demasiado fría, que te va a dar un corte de digestión o que tu cuerpo no reaccionará bien al cambio de temperatura. Entonces comienzas a dar vueltas alrededor de la piscina, mirándola con temor, volviendo a mojarte el pie, intentando acostumbrarte a lo fría que está el agua. Y, sin encima, hay alguien contigo también a punto de tirarse, vas con más cuidado porque temes que te pueda empujar por sorpresa y acabes dentro de la piscina antes de lo que habías previsto.
[Y os miráis como rivales en un duelo al amanecer, dando vueltas alrededor del rectángulo de agua, ojo avizor a cada movimiento del contrario.]

Creo que este año ya va siendo hora de volver a ir a la piscina. Mi cuerpo lo agradecerá. Y mi piel también. Y el ejercicio también hace que la mente se mantenga en forma.

P.D.: El lunes este rinconcito cumple un año. Cómo pasa el tiempo y cómo lo cambia todo...